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Journal of American Folk-Lore.

Si alguno porque te ve
que tú me muestras placeres
le dirás que si me quieres
pero no es con interés;
que yo no te faltaré
como tú lo hagas así;
yo me marcharé de aquí
en lo que hago esta consulta
porque sé que te preguntan
que si me quieres a mí.

Yo me saldré de aquí
en lo que hago esta consulta,
porque el que tiene experiencia
lo debe de hacer así;
esto me conviene a mí,
esto queda entre los dos,
no le digas mas que a Dios
que yo a tu casa paseo,
y aunque te sobre el deseo
di con la boca que no.

Si yo vengo y te pregunto
no te pongas a pensar,
que yo te voy a dejar
porque tengo otra sujeta;
esto es porque no se sepa
lo que pasa entre mí y ti;
si te preguntaren di
que se dejen de intereses;
con la boca no lo digas,
con el corazón que sí.

54.

Tras de pobre desgraciado
será mi signo planeta;
tantas flores que he sembrado
lloviendo se me resecan.

Sembré un clavel de pilón
contando en tener mejora,
la tierra se dividió
y se quedó la red sola;
¡Ay, Dios! ¿qué me hago yo ahora
sin tener nada sembrado?
Como me encontré arrancado
lo arranqué con malos modos,
porque me acompaña todo,
tras de pobre desgraciado.

Sembré un gancho de tolipa
para ver si florecía,
hasta que se llegó el día
que se secó la matita;
las flores más exquisitas
que el verano las ofende
el invierno las reseca,
y yo digo de este modo:
— Porque me acompaña todo
será mi signo planeta.

Sembré una mata de rosa
para ver si acapullaba,
y después de estar aganchada
ella se volvió vidriosa;
nunca le cogí una rosa
que mi fé la deseó,
y si la hubiera arrancado
cuando mi fé lo intentó
ahora tuviera yo
cuantas flores he sembrado.

Lo último que sembré
fué una preciosa azucena,
y después de estar tan buena
le comió el gusano el pié;
hasta el jardín deseché,
yo de esto me hago más cuenta;
el verano le hace ofensa
cuando más frondosa está,
y no las vuelvo a sembrar
que lloviendo se resecan.

55.

Papel, si puedes llegar
donde yo no pueda ir,
claro le vas a decir
que no la puedo olvidar.

Papelito, anda ligero,
véte pronto y en seguida,
y dile al bien de mi vida
que para mí no hay consuelo;
dile que yo me desvelo
entre la pena y el mal;
le puedes comunicar
cuales son mis sentimientos,
explícale mis tormentos,
papel, si puedes llegar.

Papel, decidle a mi bien
que de mí tenga piedad,
y que vea el tiempo que va
que mis ojos no la ven;