Translation:Marcha Patriótica

by Vicente López y Planes

For other English-language translations of this work, see Himno Nacional Argentino.

Oíd, mortales, el grito sagrado: libertad, libertad, libertad. Oíd el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad. Se levanta a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación, coronada su sien de laureles, y a sus plantas rendido un león. Estribillo Sean eternos los laureles, que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir! De los nuevos campeones los rostros Marte mismo parece animar la grandeza se anida en sus pechos: a su marcha todo hacen temblar. Se conmueven del Inca las tumbas, y en sus huesos revive el ardor, lo que va renovando a sus hijos de la Patria el antiguo esplendor. Pero sierras y muros se sienten retumbar con horrible fragor: todo el país se conturba por gritos de venganza, de guerra y furor. En los fieros tiranos la envidia escupió su pestífera hiel; su estandarte sangriento levantan provocando a la lid más cruel. ¿No los véis sobre México y Quito arrojarse con saña tenaz y cuál lloran, bañados en sangre, Potosí, Cochabamba y La Paz? ¿No los véis sobre el triste Caracas luto y llantos y muerte esparcir? ¿No los véis devorando cual fieras todo pueblo que logran rendir? A vosotros se atreve, argentinos, el orgullo del vil invasor; vuestros campos ya pisa contando tantas glorias hollar vencedor. Más los bravos, que unidos juraron su feliz libertad sostener, a estos tigres sedientos de sangre fuertes pechos sabrán oponer. El valiente argentino a las armas corre ardiendo con brío y valor, el clarín de la guerra, cual trueno, en los campos del Sud resonó. Buenos Ayres se pone a la frente de los pueblos de la ínclita unión, y con brazos robustos desgarran al ibérico altivo león. San José, San Lorenzo, Suipacha, ambas Piedras, Salta y Tucumán, La Colonia y las mismas murallas del tirano en la Banda Oriental. Son letreros eternos que dicen: aquí el brazo argentino triunfó, aquí el fiero opresor de la Patria su cerviz orgullosa dobló. La victoria al guerrero argentino con sus alas brillante cubrió, y azorado a su vista el tirano con infamia a la fuga se dio. Sus banderas, sus armas se rinden por trofeos a la libertad, y sobre alas de gloria alza el pueblo trono digno a su gran majestad. Desde un polo hasta el otro resuena de la fama el sonoro clarín, y de América el nombre enseñando les repite: "¡Mortales, oíd!: ya su trono dignísimo abrieron las Provincias Unidas del Sud". Y los libres del mundo responden: "Al gran pueblo argentino, ¡salud! Sean eternos los laureles que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir!

Hear, mortals, the sacred cry: Freedom, freedom, freedom. Hear the noise of broken chains, See you in noble Equality enthroned. Rises to the surface of the Earth A new and glorious nation, Its head crowned with laurels And at her feet lying a Lion. Chorus The laurels be eternal, Who knew how to win. Crowned with glory live... Or swear to die gloriously! Of the new champions' faces Mars himself seems to animate Greatness nestles in their bodies: Up to make everything tremble. Are moved from the Inca tombs, And burning their bones revive, Which renews their children Of the country to its former glory. Mountain ranges and walls are felt Resound with horrible din: The whole country is disturbed by shouting Revenge, war and rage. In the fierce tyrants envy Pestiferous spit bile Raise their bloody standard Leading to the wheel more cruel. Do you not see on Mexico and Quito Tenacious viciously throwing And how they cry, bathed in blood, Potosi, Cochabamba and La Paz? Do you not see the sad Caracas Mourning and crying and death spread? Do you not see them devouring beasts All people who surrender? A dare you, Argentine The pride of the vile invader Fields and counting your steps Many glories as winner. But the brave, who vowed united Freedom to sustain happy, These bloodthirsty tigers Heavy breasts will know to oppose. The plucky Argentine arms Runs burning with determination and courage The trumpet of war, thunder, In the fields of the South resounds. Buenos Ayres is affixed to the front The people of the illustrious union And with robust arms they tear The arrogant Iberian lion. San Jose, San Lorenzo, Suipacha, Both Piedras, Salta and Tucumán, The Colonia and the very walls The tyrant in the Banda Oriental. They are eternal signs that say: Argentina won the arm here, Here the fierce oppressor of the Motherland His proud neck bent. The Argentine warrior victory Covered with bright wings, And embarrassed to view the tyrant With infamy on the run occurred. Their flags, their arms surrender Trophies to liberty Wings of glory and the people rise Worthy throne of great majesty. From pole to pole resounds The fame of the bugle sound, And America the name showing They repeat "Mortals, hear: And their worthy throne United Provinces of the South." And the free peoples of the world reply "The Argentine people, health!" The laurels be eternal Who knew how to win. Crowned with glory live... Or swear to die gloriously!